Donde miro veo versos relatados de cortas escenas
aferrando el vacío papel blanco teñido del tiempo.
Quedarán las letras impregnadas
como los besos enlazados en tus labios.
Recordando la música que nota a nota
se queda eternamente en mi corazón.
Las emociones sin ley, quedando todo
cuando yo no exista, mis letras arropadas
en momentos, en pensamientos difusos.
Otorgando la diferencia de los despertares
de miles de días de observación
caminando, recorriendo ese espacio
donde solo existo yo y el lápiz.
La libertad en la línea de la vida
el latido de mi corazón
el gemido de los aromas en un amanecer.
Aprendiendo que hay
tristeza
entre dos corazones,
necesitando las lágrimas
aferrándome a las ilusiones siempre.
El alba, entre sedas, morir amando
entre miles de tempestades
tejiendo siempre el camino,
siendo yo.
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