Después de pensar, de observar el agua del mar
la claridad de una gota, sentir sin pensar,
atando los lazos del alma escondiéndose del sol,
de noche vuela en sueños,
volando con alas
para caer escondida noche.
Bellas como aves blancas
la palabras escritas,
princesa envuelta en la historia,
caballero desprotegido en la
ira,
entre batallas derrotadas.
Una gota, un suspiro, una lágrima
sorprendiendo en la historia
sin hacer la realidad de la corte.
Tiempo corto, que se va,
ojos que no encuentran,
nunca dejando el castillo de las vanidades.
Queda la princesa dentro del bosque
encontrando el agua fresca es su paladar
respirar, sonriendo a la luz de la claridad de la noche.
Queda esa
gota de sangre convertida en una bella flor,
de pétalos
brillantes, rojo apasionado,
como los
besos de su gran caballero.
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