Anda suelta por el mundo,
invade algunos lugares,
a ciertas personas, no a todos.
Ninguno somos iguales,
vive, parpadea de la vida
yendo y viniendo como las olas al mar,
derramándose en una roca.
A quien acompaña virtud padece,
a quien la ignora soledad e hipocresía siente.
Honestidad debería ser una enfermedad,
común que todos sufriéramos.
Viviendo en nuestro cuerpo indefinidamente,
y no como un pasajero que descalzo abandona un puente.
Dejándola de lado,
abandonada en la mente.
Honestidad un simple vivir
seria importante, un decir.
Una palabra desencadenante,
un sentimiento, un honor,
una verdad alarmante.
La honestidad es un valor o cualidad propio de los seres humanos que tiene una estrecha relación con los principios de verdad y justicia y con la integridad moral.
Una persona honesta es aquella que procura siempre anteponer la verdad en sus pensamientos, expresiones y acciones.
Así, esta cualidad no sólo tiene que ver con la relación de un individuo con otro u otros o con el mundo, sino que también puede decirse que un sujeto es honesto consigo mismo cuando tiene un grado de autoconciencia significativo y es coherente con lo que piensa.
Lo contrario de la honestidad sería la deshonestidad, una práctica que comúnmente es repudiada en las sociedades contemporáneas, ya que se la asocia con la hipocresía, la corrupción, el delito y la falta de ética.
© 2012. Esencia de Háfida., © Mar Galván,
Un abrazo.
ResponderEliminargracias Kenit un gran abrazo
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