LAS BUENAS ACCIONES DEBEN SER IMITADAS (reflexión)

Las buenas acciones merecen ser imitadas. Seguir el ejemplo de lo que admiras o te llena es mi debilidad, aprender de aquellos que me transmiten y llenan mi vida de pequeños momentos inolvidables. Imitar sus grandes virtudes, actitudes, las ganas de vivir y compartir.

Amparando que todos tenemos momentos  buenos y malos, nos equivocamos con frecuencia, demasiadas veces, admitir que no somos perfectos es imitar esa virtud.

Probar que la sabiduría es posible a una alegría discontinua, el miedo es natural, imprevisible, la prudencia admirada como una máscara que nos protege hacia los demás.

Ser valiente, seguir caminando por el camino recogiendo las piedras, levantándonos una y otra vez.

La persona que directamente escoge sus circunstancias, aprovecha el deshielo de los demás para lucrarse así mismo, puede escoger sus pensamientos aplicarlos en cualquier momento, no es nobleza lo que le ampara sino bajeza de aprovecharse de los delirios de los demás para amparar sus propios propósitos, sin identidad, sin valores, simplemente sin respeto y tolerancia.

Recordar una risa que siempre se oirá a mas distancia que un llanto o una lágrima algo que realmente no tiene precio y que no todos podemos vivir.

Ver, observar la soberbia en persona, ahí es donde está la ignorancia, ser humilde, es de sabios. 

Utilizar las excusas para conseguir tus metas, desprestigiar el trabajo de los demás sin valorar el precio del esfuerzo que hay para conseguir una ilusión, un proyecto, una meta, ocupándote de darte fama o el mérito que quizás no mereces, es el camino más fácil.

Conseguirlo por tus pasos, sin utilizar la base de los demás, valorar el trabajo como si fuera el tuyo propio, sea mejor o peor, es el valor de los esfuerzos.

Esas virtudes de creerse por encima de los demás acaban poniéndose delante de la vida en cualquier instante el desplome es tan inmenso que te faltan alas para no llegar a tocar el suelo.

MORALEJA

“Nada hay sin entusiasmo, convertir el tuyo criticando el mérito y el esfuerzo de los demás no es una virtud, sino una bajeza. © Mar Galván

 © 2012. Esencia de Háfida., © Mar Galván