Bueno es media
noche pasada,
la cenicienta se convierte en calabaza,
descalza y cansada, de la
andadura de todo el día,
sedienta de soñar con alegrías sin miedos,
otorgados
aunque solo sea una noche
dormir en paz sin ser prisionera..
Por los
pensamientos de su incertidumbre,
de su vida, arropados a la misma almohada,
sintiéndose desvanecida en cada lágrima...,
Descansar sin pensar, sin soñar,
sin
padecer el miedo
de el nuevo día al amanecer.
Cerrar los ojos imaginando
aquel
sonido de un viejo piano
sonando de fondo a lo lejos...
el mar sorteando el
oleaje,
silencio, paz, sosiego....
© 2012. Esencia de Háfida., © Mar Galván,
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